Hama, 10 jul (SANA) Ubicadas a orillas del río Orontes, en el corazón de la ciudad de Hama, Siria, las norias (Nawair en árabe) representan uno de los símbolos más emblemáticos del patrimonio cultural e histórico del país. Estas gigantescas ruedas hidráulicas de madera, que datan de siglos atrás, no solo reflejan la habilidad técnica de las antiguas civilizaciones que habitaron la región, sino también una profunda relación entre el ser humano y su entorno natural.
Origen e historia
Aunque no existe una fecha exacta sobre su construcción inicial, se cree que las primeras norias de Hama aparecieron durante la época bizantina o incluso antes, en tiempos del Imperio romano. No obstante, su mayor desarrollo y expansión se produjo durante el período islámico medieval, especialmente en los siglos XIII y XIV.
En su apogeo, la ciudad contaba con más de 30 norias de diferentes tamaños, construidas principalmente en madera de nogal, con estructuras de soporte en piedra tallada. Estas ingeniosas máquinas estaban diseñadas para elevar el agua del río hasta canales elevados que luego la distribuían hacia jardines, baños públicos, casas y mezquitas.
Funcionamiento
Las norias de Hama funcionan gracias a la fuerza del agua corriente del río Orontes. El flujo empuja cucharones de madera unidos al borde de la rueda, haciéndola girar lentamente. A medida que la noria gira, los recipientes recogen el agua del río y la depositan en un canal en la parte superior de su trayectoria, desde donde fluye por gravedad hacia su destino final.
A diferencia de otros sistemas hidráulicos contemporáneos, las norias de Hama no requerían energía humana ni animal, lo que las hacía especialmente eficientes y sostenibles.
Patrimonio en peligro
A lo largo de los siglos, las norias han enfrentado múltiples desafíos: el desgaste natural, las inundaciones, el abandono y, más recientemente, los estragos de la guerra civil siria. Durante el conflicto, muchas de estas estructuras sufrieron daños significativos. A pesar de los esfuerzos locales e internacionales por preservar este patrimonio único, varias norias han dejado de funcionar o se encuentran en estado de deterioro.
Organizaciones como la UNESCO y grupos de preservación del patrimonio sirio han señalado la urgencia de proteger y restaurar las norias, no solo por su valor histórico, sino también por su potencial como símbolo de resiliencia y fuente de identidad para la población local.
Valor cultural y turístico
Antes del conflicto, las norias de Hama eran un importante atractivo turístico. Su lento y melódico girar, acompañado por el sonido del agua y el crujir de la madera, ofrecía a los visitantes una experiencia casi hipnótica. Las norias eran también motivo de inspiración para artistas, poetas y músicos, consolidándose como un ícono de la ciudad y un testimonio vivo del ingenio árabe preindustrial.
Testigos silenciosos de una rica historia
Las norias de Hama no son solo máquinas antiguas; son testigos silenciosos de una rica historia de innovación, convivencia y adaptación al entorno. Su restauración y conservación representan un acto de memoria y esperanza para Siria, un país cuya historia sigue latiendo en cada giro de estas majestuosas ruedas de agua.