Nueva York, 8 jul (SANA) Human Rights Watch (HRW) reveló que 272 millones de niños en todo el mundo no estaban matriculados en la escuela primaria ni secundaria en 2024.
Un aumento de aproximadamente 21 millones de niños en comparación con 2023
La organización declaró en un informe publicado en su sitio web, que esta cifra representa un alarmante aumento de aproximadamente 21 millones de niños sin escolarizar en comparación con 2023 y no refleja completamente la verdadera magnitud de la crisis, ya que los informes del Instituto de Estadística y el Monitoreo de la Educación Mundial de la UNESCO estiman que hay 13 millones de niños sin escolarizar en zonas afectadas por conflictos.
Contabilizar a los niños en Gaza y Sudán eleva la cifra a 285 millones
La HRW explicó que, si se contabilizaran todos los niños sin escolarizar debido a los conflictos armados desde Gaza hasta Sudán, el número total de niños sin escolarizar ascendería a aproximadamente 285 millones.
La falta de financiación priva a los niños de educación gratuita
La Organización señaló que la escasez crónica de financiación agrava los obstáculos que enfrentan millones de niños. Sin la asignación de recursos adecuados, los gobiernos no pueden brindar educación pública totalmente gratuita, construir y equipar escuelas, proporcionar materiales de aprendizaje de calidad, atraer y capacitar a docentes cualificados ni adaptar los sistemas educativos para responder adecuadamente a las emergencias.
Los gobiernos deben cumplir sus compromisos para abordar la crisis educativa mundial
Human Rights Watch enfatizó la necesidad de que todos los gobiernos cumplan sus compromisos para abordar la crisis educativa mundial, proteger los presupuestos educativos públicos de las medidas de austeridad, asignar recursos para garantizar el derecho a la educación y comprometerse a brindar educación pública gratuita y de calidad para todos.
Aumentar el gasto en educación al menos al 4% del PIB
La organización instó a cumplir con los estándares de financiación de la educación acordados internacionalmente, aumentando el gasto en educación al menos entre el 4% y el 6% del PIB, o al menos entre el 15% y el 20% del gasto público total.
Señaló que los gobiernos donantes deben financiar la educación en consonancia con sus compromisos de ayuda exterior y sus obligaciones en materia de derechos humanos de proporcionar apoyo y cooperación internacionales.