Nueva York, 17 jun (SANA) La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha alertado sobre la grave situación de inseguridad alimentaria que enfrentan las poblaciones de Sudán, Palestina, Sudán del Sur, Haití y Malí, donde los niveles de hambruna son extremadamente altos y el riesgo de morir de hambre es inminente.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha señalado que esta amenaza podría materializarse en los próximos meses a menos que se implementen medidas humanitarias urgentes y se realicen esfuerzos internacionales coordinados para mitigar los conflictos, frenar los desplazamientos y fortalecer la respuesta humanitaria integral.
El deterioro de la inseguridad alimentaria afecta a un total de 13 países y regiones, además de los cinco mencionados, incluyendo Yemen, la República Democrática del Congo, Myanmar, Nigeria, Burkina Faso, Chad, Somalia y Siria.
El informe enfatiza la necesidad de continuar invirtiendo en acciones humanitarias tempranas y resalta la importancia de llevar a cabo intervenciones preventivas para salvar vidas, reducir las brechas alimentarias y proteger los medios de vida y los recursos de las comunidades afectadas.
Qu Dongyu, director general de la FAO, subrayó que “este informe deja claro que el hambre no es una amenaza lejana, sino una emergencia diaria para millones de personas”. Hizo un llamado a la acción colectiva inmediata para salvar vidas y proteger los medios de subsistencia, y destacó que es esencial garantizar que las granjas y los animales de las personas se mantengan operativos, incluso en las circunstancias más adversas.
Por su parte, Cindy McCain, directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, calificó el informe como una “alarma roja” y afirmó que “la comunidad internacional cuenta con las herramientas y la experiencia necesarias para responder”; sin embargo, advirtió que “sin financiación y acceso, no podremos salvar vidas”.