Al inicio, trabajó apoyando a las víctimas de las minas terrestres, pero posteriormente recibió capacitación intensiva, lo que la convirtió en una de las pocas personas calificadas para desactivar explosivos en Siria.
Lama se enorgullece de trabajar junto a otras mujeres para desafiar la imagen tradicional del rol femenino en Siria. “Mi trabajo representa un empoderamiento tanto económico como social”, señaló.
Idlib, 19 may (SANA) En la aldea de Abbad al norte de Alepo, se prepara Lama Haj Qaddour para desactivar una bomba de racimo encontrada en un campo agrícola. Esta labor se ha vuelto parte inseparable de su vida cotidiana.
Lama, de 32 años de edad y licenciada en Ciencias, abandonó su hogar en la zona rural de la provincia de Hama hace seis años tras ser perseguida por sus actividades opositoras al depuesto régimen. Desde entonces, se ha establecido en Idlib, donde se dedicó al trabajo humanitario con diversas organizaciones antes de tomar una carrera crucial, que es la limpieza de minas.
Se unió a HALO Trust, una organización británica especializada en la remoción de restos explosivos de guerra. Al inicio, trabajó apoyando a las víctimas de las minas terrestres, pero posteriormente recibió capacitación intensiva, lo que la convirtió en una de las pocas personas calificadas para desactivar explosivos en Siria.
“Llevo tres años trabajando en este campo”, afirmó Lama. “No es un simple trabajo sino una responsabilidad que salva vidas y devuelve la sensación de seguridad”, agregó. Ella explicó que la mayoría de las municiones remanentes son bombas de racimo lanzadas por el antiguo régimen sobre zonas pobladas.
A pesar de los peligros asociados a su labor, Lama resalta su compromiso con las medidas de seguridad. “El miedo nunca desaparece, pero me mantiene en alerta. Gané la confianza de mi familia y mis hijos saben que trabajo para protegerlos”, aclaró con una serena sonrisa.
Inicialmente, Lama apoyó a las víctimas de minas antes de recibir la capacitación que le permitió trabajar en las etapas más arriesgadas de la remoción de municiones sin explotar. Desde entonces, ha enfrentado numerosos desafíos en su labor.
Además de su papel profesional, Lama se enorgullece de trabajar junto a otras mujeres para desafiar la imagen tradicional del rol femenino en Siria. “Mi trabajo representa un empoderamiento tanto económico como social”, señaló.
Mi labor se ha convertido en más intensiva tras la caída del régimen
Esta mujer de hierro destaca que la carga laboral ha incrementado significativamente desde la caída del régimen de Al-Asad a finales de 2024.
“Sabíamos que Siria estaba contaminada con una gran cantidad de remanentes de guerra. Dado el limitado número de especialistas en desminado, tuvimos que esforzarnos más para salvar vidas y permitir que las personas regresen sanas y salvas a sus tierras”, explicó.
“Cada amenaza que eliminamos nos otorga más coraje. Seguiremos trabajando mientras Siria nos necesite”, concluyó.
Watfeh Salloum